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Arquitectos: Cecilia Puga con Paula Velasco y Alberto Moletto
- Área: 6376 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Maria Gonzalez
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Proveedores: Nuprotec
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Palacio Pereira, edificio patrimonial dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, será la sede para el funcionamiento regular de las comisiones y servicios de la Convención Constituyente. Por su parte, el ex Congreso Nacional será la sede principal donde funcionará el órgano y se desarrollarán los plenarios. El Palacio Pereira actualmente se encuentra en su fase final de habilitación tras un proceso emblemático de recuperación y restauración de 10 años, que representa un hito en el ámbito de la gestión y protección del patrimonio nacional. El uso para las comisiones y servicios de la Convención Constituyente será temporal, por lo que se mantienen los planes originales para este edificio, de albergar a parte de los equipos y oficinas del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Asimismo, el Palacio Pereira mantendrá su uso ciudadano planificado a través de una cartelera pública con foco en la difusión y promoción del patrimonio cultural, que contempla exposiciones, visitas, un auditorio y espacios para cafetería, librería y un centro de documentación. Mientras se lleve a cabo el proceso constituyente, la administración del edificio será compartida por la Secretaría General de la Presidencia y la Subsecretaría del Patrimonio Cultural.
El primer piso del Palacio Pereira contempla un espacio abierto a la ciudadanía con un programa público que considera salas de exhibición, Centro de Documentación del Consejo de Monumentos Nacionales, cafetería, y una librería. Además, en el piso -1 se encuentra un auditorio. Este espacio, dependiente del Ministerio de las Culturas, tiene por misión promover el patrimonio cultural material e inmaterial, el folclor, las culturas tradicionales y las culturas y patrimonio indígena de nuestro país. En el marco del proceso constituyente algunos contenidos se han reenfocado para el 2021.
En una gestión conjunta entre la ex Dibam y el equipo de Legado Bicentenario de Presidencia, el 2011 el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera concretó la compra de este monumento histórico, evitando su demolición e iniciando con ello el primer paso para su recuperación tras 30 años de abandono. Luego, en un hecho inédito para la arquitectura nacional, el Estado convocó a un concurso internacional para su recuperación, eligiéndose un proyecto vanguardista en materia de arquitectura, patrimonio y restauración.
El proyecto fue adjudicado al Equipo de la Arquitecta Cecilia Puga, junto a Paula Velasco y Alberto Moletto, y fue ejecutado y financiado por el Ministerio de Obras Públicas, a través de su Dirección de Arquitectura. Las obras se iniciaron en julio de 2016 con un presupuesto de más de $16 mil millones. El objetivo fue recuperar el edificio existente y al mismo tiempo crear una obra nueva que conviviera de manera armónica con esta construcción y entorno.
El edificio cuenta con una superficie total de 6.467,45 m2, los que se reparten entre el edificio ya existente (antiguo palacio) con 1.792,38 m2 y la ampliación nueva equivalente a 4.675,07 m2. La construcción cuenta con una estructura de hormigón armado de 7 pisos, con 2 subterráneos incluidos. Posee un lenguaje contemporáneo, armónico e innovador, pero a la vez es respetuosa con el edificio histórico. Hay elementos de arquitectura sustentable, que contrasta orgánicamente con el estilo neoclásico del palacio, dando especial relevancia y poniendo en valor al edificio original.
La restauración del edificio existente implicó la consolidación y reparación estructural, la restauración de fachadas e interior del edificio original incluido el crucero, renovación y restauración de los revoques de yeso, elementos de madera, metal, y entonación cromática del revestimiento histórico y de los elementos ornamentales, utilizando la técnica originalmente empleada en la construcción del edificio. En las obras intervinieron más de 200 trabajadores, entre los que se cuentan albañiles, carpinteros, jornales, yeseros, restauradores, enfierradores y otros profesionales y expertos. Luego del término de la ejecución de las obras civiles y entrega de éstas por parte de la Dirección de Arquitectura del MOP, se comenzó a incorporar todo el equipamiento necesario para el funcionamiento de las oficinas, por lo que actualmente está en su fase final de habilitación.
El Palacio Pereira fue construido en 1872 como casa habitación de la familia de Don Luis Pereira Cotapos, servidor público y hombre de empresa, diputado y senador por la provincia de Talca y Canciller en 1891. Su arquitecto Lucien Ambroise Henault fue contratado por el Gobierno de la época para elaborar los planos de la actual Casa Central de la Universidad de Chile, del Teatro Municipal, del ex Congreso Nacional, entre otros. El Palacio Pereira constituye un documento de la expresión arquitectónica de esa época. Es un edificio de estilo neoclásico, con elementos del renacimiento francés del siglo XVII, que da cuenta del eclecticismo imperante en esos momentos.
Tras la muerte de sus dueños en la década del 30, pasó por varias manos que fueron introduciendo intervenciones en el edificio. Primero al Arzobispado de Santiago, más tarde, en la década del 60, fue vendido a Inmobiliaria San Luis y utilizado como galería comercial por un breve período para después ser arrendado por el Ministerio de Educación para albergar al Liceo N°3 de niñas que funcionó allí hasta 1970 aproximadamente. Después el Frente de Estudiantes Revolucionarios, ligado al MIR, ocupó la antigua mansión, siendo desalojados tras el Golpe Militar. En 1981 el Palacio fue adquirido por el Señor Raúl del Río Alfaro. El 30 de diciembre del 2011, durante la primera administración del Presidente Sebastián Piñera, el Gobierno concretó la compra del Palacio Pereira. El Inmueble está protegido bajo la Ley de Monumentos Nacionales en la categoría de Monumento Histórico (1984).